Paul B. Baltes y Alexandra M. Freund, son los creadores de un modelo teórico que pretende establecer las bases a partir de las cuales podría alcanzarse lo que ellos consideran como el estado final del desarrollo humano: la sabiduría.
Partiendo, asimismo, del Modelo de Sabiduría de Berlín, ésta se considera el estado final más general del desarrollo humano por dos razones:
- Porque representa el más alto nivel de conocimiento acerca de las metas y medios de la vida que, de acuerdo con los análisis antropológicos, culturales y filosóficos, ha generado la evolución humana.
- Porque es un concepto general, que se concibe como un alto nivel de abstracción y permite, por tanto, variaciones en las expresiones fenotípicas, combinando el universalismo con el particularismo personal, regional y cultural.
De este modo, los autores afirman que la sabiduría configura el espacio más general de las metas y medios cognitivos, emocionales y de motivación, dentro de los cuales la posibilidad de vivir una buena vida es factible. Por ello, Bates y Freund consideran que la sabiduría conduce a la naturaleza para que sea posible la adaptación que se espera de las personas para seguir adelante.
De este modo, la sabiduría, como estado final al que dirigirnos, facilita la comprensión de los contextos y precipita la adaptación a las circunstancias que cada persona experimenta a lo largo de su recorrido. Si alcanzando la sabiduría como estado, utilizáramos mejor nuestras potencialidades, la pregunta más obvia al respecto es: ¿existe algún modo de acercarnos a ese estado?
Baltes y Freund proponen el Modelo de Selección, Compensación y Optimización (SOC) como un camino hacia el potencial humano. Para los autores, tal y como indican diversos campos de investigación, conocimiento y comportamiento están lejos de correlacionar; saber algo no necesariamente implicará que actuemos en consecuencia, con la mejor de las “ejecuciones”. Una cuestión fundamental, entonces, es determinar cómo se puede adquirir una sabiduría relacionada con el conocimiento que se pueda trasladar al desarrollo de comportamientos mejores para con uno mismo y con los otros.
El SOC se conceptualiza como una serie de procesos que facilitan alcanzar esa clase de sabiduría, independientemente de los fines que cada persona quiera alcanzar; esos procesos de regulación del desarrollo son:
- Selección: hace referencia al desarrollo, elaboración y compromiso con las metas, ya sean éstas metas de micronivel (dirigir la atención a la información que estamos buscando en Internet, por ejemplo) o de macronivel (crear un sentido y significado de la vida). Dos tipos de selección:
- Selección electiva: se produce a partir de elecciones conscientes.
- Selección basada en la pérdida: se produce en respuesta a una pérdida.
- Optimización: consiste en adquirir, refinar, coordinar y aplicar los medios y recursos relevantes para lograr metas en un dominio seleccionado. En este sentido, resulta fundamental la práctica de habilidades necesarias para lograr la meta, la adquisición de nuevas habilidades y la integración de las mismas con las preexistentes hasta que se automaticen, de modo que se alcancen cotas altas de ejecución.
- Compensación: este proceso se ocupa del uso de medios alternativos para mantener un nivel de funcionamiento dado cuando los medios existentes se han perdido. De este modo, la sustitución de medios o la activación de recursos internos o externos no utilizados, son fundamentales dentro de este proceso.
Para los autores, Sabiduría y SOC constituyen un conjunto de conocimientos y estrategias de comportamiento que, cuando operan unidos, forman un componente indispensable del potencial humano. La sabiduría tiene un elemento que selecciona qué metas y medios tienen una importancia fundamental en el curso de la vida y además son ética y moralmente deseables. El SOC especifica cómo se logran las metas sin tener en cuenta la naturalza ni los medios necesarios para alcanzarlas.
Pero, además, la relación entre SOC y Sabiduría es recíproca en el sentido en que los comportamientos relacionados con el SOC también deberían ser importantes para la adquisición y el refinamiento de la sabiduría. Aprender a seleccionar las metas, optimizarlas y compensar las pérdidas de tal modo que ayuden a obtener un desarrollo exitoso debería facilitar una visión interior en cuanto a qué metas son más apropiadas para una persona o edad específica y que vive en un contexto histórico-social determinado.
Los autores afirman que este modelo pretende ser un “propósito general” y una “constelación universal” de las propiedades del potencial humano. Su intención no es otra que contribuir a la búsqueda de un estado final, que no se define como una propiedad específica, sino como “un sistema de medios y metas integrados que considera a las personas como una globalidad en el contexto social y ciudadano”.
Baltes y Freund proponen, de este modo, que la Sabiduría, entendida como “el conocimiento sobre el pragmatismo fundamental de la vida”, sea considerada como un estado final deseable del desarrollo humano que puede ser vivido e implementado a través de la optimización selectiva con compensaciones.
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